El Coronel No Tiene Quien Le Escuche

Escrito por el Coronel Guillermo José Ramón Soriano Martínez
del Departamento de Bomberos de Manzanillo

El jueves 13 de julio volvimos a vivir una escena en la playa de Juan de Bolaño (Monte Cristi), demasiado habitual en las playas de nuestro país: un bebé de 2 años, ajeno a la vista de su madre durante una fracción de segundos, fue arrastrado por la marea. En una fracción de segundo, los juegos en la playa se convirtieron en una pesadilla cuando el chico inconsciente fue sacado del agua.

Según la Organización Mundial de la Salud, el ahogamiento es una de las 10 principales causas de muerte en menores de 25 años, y en nuestro país se registraron 2.665 muertes por ahogamiento entre noviembre de 2007 y enero de 2014, según la Oficina Nacional de Estadística ( ONE). Muchas de estas muertes podrían haberse evitado con una vigilancia adecuada y una atención prehospitalaria apropiada una vez que la víctima fue sacada del agua. Sin embargo, ese 13 de julio, como es habitual en muchas de nuestras playas, no había socorristas ni otros socorristas capacitados cerca que pudieran ayudar, excepto un niño de 5 años.

Cuando el niño oyó los gritos de la madre y vio que sacaban el cuerpo del bebé del mar, actuó. Corrió hacia una persona y le pidió que llamara a los Bomberos de Manzanillo, un centro de comunicaciones desde el que un grupo de despachadores responde a las llamadas de emergencia recibidas por teléfono, y recoge la información en una plataforma en línea que envía un mensaje de texto a todos los socorristas capacitados de la zona. En este caso, tres de ellos estaban a sólo unos cientos de metros de la playa. Tras leer el mensaje, Nathanael, Miguel y Osvaldo, se dirigieron al lugar de los hechos, donde utilizaron su formación en primeros auxilios para reanimar al niño y trasladarlo en pocos minutos al hospital en uno de los motores de transporte de emergencia especializados conocidos como «eRanger». Todo lo que se necesitó para salvar a este bebé fue un niño que sabía a quién pedir ayuda y un grupo de jóvenes respetables dispuestos a actuar en cuanto una alerta de emergencia llegó a sus teléfonos móviles.

En los últimos años hemos observado con satisfacción cómo Santo Domingo ha puesto en marcha uno de los sistemas de urgencias médicas más avanzados de América Latina y el Caribe. A pesar de ello, como Jefe de un Cuerpo de Bomberos con más de 35 años de servicio a mi comunidad, sé que las dificultades que tendrá el gobierno a la hora de expandir este servicio a todas las comunidades rurales de nuestro país serán múltiples. Y como este bebé, muchos de nosotros no podemos esperar tanto tiempo para recibir ayuda.

Por este motivo, hemos tomado la iniciativa de trabajar para desarrollar un sistema alternativo que garantice el acceso a un servicio rápido de respuesta a emergencias las 24 horas del día en nuestra comunidad. Con la ayuda de un programa piloto financiado inicialmente por Google, USAID y Cardinal Health, trabajamos desde octubre de 2014 con Trek Medics International, un grupo de paramédicos de la ciudad de Nueva York, para implementar este sistema orientado a la comunidad utilizando tecnología básica de telefonía móvil. En el último año, nuestra asociación ha creado un modelo específicamente diseñado para que las comunidades rurales con recursos limitados puedan responder con seguridad a los incidentes de emergencia proporcionando atención prehospitalaria y transporte al hospital más cercano. Hasta la fecha hemos respondido a casi 150 incidentes de emergencia en una media de 6 minutos tras recibir la llamada de alerta. De hecho, un estudio realizado por la Universidad de Columbia en agosto de 2015 mostró que, en promedio, un paciente con una condición médica aguda en la provincia de Montecristi tarda 3,5 horas en llegar al hospital. Tenemos una media de 33 minutos en el proceso de recoger al paciente y llevarlo al hospital, y día tras día se reciben más llamadas y de comunidades más lejanas. En base a esto podemos decir que un servicio de emergencia fiable se está convirtiendo en una realidad para comunidades aisladas como la nuestra. un estudio realizado por la Universidad de Columbia en agosto de 2015 mostró que, en promedio, un paciente con una condición médica aguda en la provincia de Montecristi tarda 3,5 horas en llegar al hospital. Tenemos una media de 33 minutos en el proceso de recoger al paciente y llevarlo al hospital, y día tras día se reciben más llamadas y de comunidades más lejanas. En base a esto, podemos decir que un servicio de emergencia fiable se está convirtiendo en una realidad para comunidades aisladas como la nuestra. un estudio realizado por la Universidad de Columbia en agosto de 2015 mostró que, en promedio, un paciente con una condición médica aguda en la provincia de Montecristi tarda 3,5 horas en llegar al hospital. Tenemos una media de 33 minutos en el proceso de recoger al paciente y llevarlo al hospital, y día tras día se reciben más llamadas y de comunidades más lejanas. En base a esto, podemos decir que un servicio de emergencia fiable se está convirtiendo en una realidad para comunidades aisladas como la nuestra. se reciben más llamadas y de comunidades más lejanas. En base a esto, podemos decir que un servicio de emergencia fiable se está convirtiendo en una realidad para comunidades aisladas como la nuestra. se reciben más llamadas y de comunidades más lejanas. En base a esto, podemos decir que un servicio de emergencia fiable se está convirtiendo en una realidad para comunidades aisladas como la nuestra.

Mientras tanto, nos sentimos muy agradecidos y honrados por la ayuda de nuestro socio internacional, y ahora comienza el verdadero trabajo. Nuestro sistema viene demostrando día a día que las comunidades con menos recursos también pueden tener acceso a una atención de urgencia de calidad, y que ningún niño debe volver a morir en nuestras playas porque nadie supo qué hacer. Hacemos un llamamiento a nuestros socios nacionales, públicos y privados, a cualquiera que tenga interés en mantener la seguridad de nuestras playas y carreteras, para que tomen la iniciativa y se unan a nosotros en la prestación de los servicios públicos básicos que han faltado durante tanto tiempo.

Coronel José Ramón Guillermo Soriano Martínez
Cuerpo de Bomberos de Manzanillo-Pepillo Salcedo

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