¿Quién vigila nuestras playas?

Por el Coronel Guillermo José Ramón Soriano Martínez
Cuerpo de Bomberos de Manzanillo

El jueves 13 de julio se produjo en la Playa Juan de Bolaño una escena demasiado habitual en las playas de nuestro país: un bebé de dos años se perdió de la vista de su madre durante una fracción de segundo y fue arrastrado por el mar. En una fracción de segundo, los buenos momentos en la playa se convirtieron en una pesadilla cuando sacaron del agua al bebé que no respondía.

Como es habitual en nuestras playas, no había ningún socorrista ni otro personal capacitado cerca que pudiera ayudar, excepto uno, un niño de cinco años. Este joven ha pasado el último año ayudando a su madre y a un grupo de jóvenes adultos a establecer una respuesta médica de emergencia formalizada en la comunidad.

Cuando el joven oyó los gritos de la mujer y vio cómo sacaban el cuerpo del bebé del océano, el chico actuó. Corrió hacia alguien con un teléfono y le dijo que llamara al Departamento de Bomberos de Manzanillo, donde uno de nuestros despachadores contestó el teléfono, tomó la información y la envió como un mensaje de texto a todos los respondedores de la comunidad en Monte Cristi. Tres de ellos se encontraban a pocos cientos de metros: Natanael, Miguel y Osvaldo. Cuando recibieron el mensaje de Alerta de Emergencia, leyeron la ubicación y empezaron a correr hacia el lugar de los hechos, donde encontraron al niño, le administraron técnicas de reanimación y encontraron transporte para llevarlo al hospital. Todo lo que se necesitaba para salvar la vida de este bebé era un niño que sabía pedir ayuda y un grupo de jóvenes adultos honrados con teléfonos en sus bolsillos.

En los últimos años hemos visto con satisfacción cómo Santo Domingo ha puesto en marcha el que quizá sea el sistema de emergencias médicas más avanzado de América Latina y el Caribe. Sin embargo, hablando como jefe de bomberos rurales con más de 50 años de servicio en mi comunidad, sé que las dificultades a las que se enfrentará nuestro gobierno para ampliar estos servicios a todas las comunidades rurales dominicanas serán considerables. Y como este bebé, muchos de nosotros no podemos esperar tanto tiempo.

Por estas razones, hemos tomado la iniciativa de trabajar para desarrollar métodos alternativos que garanticen el acceso a los servicios de respuesta rápida a emergencias en nuestra comunidad las 24 horas del día. A través de un programa piloto apoyado por la financiación inicial de socios internacionales, incluyendo Google, USAID y Cardinal Health, hemos estado trabajando desde octubre de 2014 con un grupo de paramédicos llamado Trek Medics International para implementar un programa de respuesta de emergencia basado en la comunidad utilizando la tecnología básica de telefonía móvil. En el último año, nuestra asociación ha creado un modelo diseñado específicamente para que las comunidades rurales con recursos limitados puedan responder de forma fiable a los incidentes de emergencia, proporcionar atención básica para salvar vidas y transportarlas al hospital más cercano. Hasta la fecha hemos respondido a casi 150 incidentes de emergencia, y en un plazo medio de seis minutos tras recibir la alerta. De hecho, un estudio realizado por la Universidad de Columbia el pasado mes de agosto demostró que, por término medio, los pacientes con afecciones agudas en la provincia de Monte Cristi tardaban tres horas y media en llegar al hospital. Tenemos una media de 33 minutos y, día a día, la gente llama cada vez más desde comunidades más lejanas. El acceso fiable a los servicios de emergencia se está convirtiendo en una realidad para las comunidades más aisladas.

Aunque nos sentimos muy agradecidos y honrados por el apoyo de nuestros socios internacionales, ahora empieza el verdadero trabajo. Nuestro modelo viene demostrando día tras día que las comunidades con recursos limitados pueden seguir teniendo acceso a la atención sanitaria de urgencia, y que ningún bebé debe volver a morir en nuestras playas porque nadie sabía qué hacer. Hacemos un llamamiento a nuestros socios nacionales privados y públicos -cualquiera que tenga interés en mantener nuestras playas y nuestras carreteras seguras- para que den un paso al frente y se unan a nosotros para proporcionar los servicios públicos básicos de los que hemos carecido durante demasiado tiempo.

Coronel Ramón Martínez Soriano - Bomberos de Manzanillo

Coronel José Ramón Guillermo Soriano Martínez
Cuerpo de Bomberos de Manzanillo

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